Cómo preparar una oposición

Exámenes prácticos relacionados con el derecho

Consejos sobre como preparar cada uno de los tipos de examenes de los que puede constar una oposición
Son numerosas las oposiciones que exigen un ejercicio de carácter práctico que es tan selectivo (si no más) como los demás.

Por ello, requiere una preparación adecuada, aunque algunos opositores lo descuiden, quizá porque lo ven muy lejano. Fracasar en él es, si cabe, más doloroso: porque suele ser de los últimos ejercicios.

No le reste importancia. Evite que le suceda lo de acordarse de Santa Bárbara... El antídoto: debe empezar a prepararlo con rigor y profundidad desde el primer momento. Si quiere asegurar su éxito, tiene que ir preparando, prácticamente todos los ejercicios en paralelo.

Lo que se valora en este ejercicio es: la comprensión de la materia, la lógica en los planteamientos y en la resolución, el rigor en la interpretación y en la aplicación de los preceptos legales, la comprensión de criterios doctrinales o jurisprudenciales, la claridad en la exposición y, en general, la formación del opositor.

He aquí algunos consejos que pueden serle útiles:

1. Plantee sus dudas al preparador. En muchas ocasiones (sobre todo en las oposiciones del Grupo A) los temas no se explican individualizadamente (ello haría casi eterna la preparación). Por tanto, no es extraño que, al estudiarlos, le surjan dudas y problemas. No se las guarde. Al contrario, plantéeselas a su preparador. Y esto, desde el comienzo: no olvide que las cuestiones suelen entrelazarse, por lo que, si va acumulando dudas, difícilmente podrá ir comprendiendo el resto de cuestiones.

2. Utilize la legislación completa y actualizada desde el primer momento que le sea precisa para resolver los supuestos. Por lo tanto, si no se la facilitan desde el principio, hable con su preparador sobre ello.

3. Resuelva con seriedad y rigor los supuestos que se entreguen en clase para realizar en casa. Hágalo así desde el principio, como si del examen verdadero se tratara, redáctelos de forma completa; documéntelos con las referencias legales, jurisprudenciales y doctrinales, en su caso, precisas; analize en profundidad las cuestiones planteadas. De esta forma, irá adquiriendo y desarrollando el aprendizaje, la soltura, los reflejos, la claridad en la exposición y la facilidad en la interpretación. Todos ellos son fruto de un trabajo y de un ejercicio continuados.

4. Resuelva en clase los supuestos que el preparador disponga, con la misma seriedad que si fuese el examen real.

5. Entregue su ejercicio al preparador. Así podrá saber si progresa adecuadamente. De esta forma, el preparador, después de haberlo corregido, le comentará lo positivo y lo negativo, para que usted tenga en cuenta en el futuro.

6. Participe activamente en las clases que se dediquen a la resolución de supuestos prácticos. Manifieste sus discrepancias, exponga sus argumentaciones, trate de convencer a los demás... De esta forma irá reforzando su preparación y su capacitación.

7. No pierda de vista que, en la mayoría de las ocasiones, estos ejercicios se corrigen con la lectura que usted haga de lo que ha escrito. Es decir, que el tribunal evalúa sobre la marcha. No lo olvide en el momento de su redacción: debe ser claro, tanto en la exposición de los problemas y en su resolución, como en las citas que aporte. Pero el tribunal va a valorar, además del acierto en el tema, los argumentos utilizados, su variedad, la manera de tratarlos, etc. Por eso, a veces es más valioso demostrar que tiene claridad y rigor en el conocimiento de la cuestión, que en el mero acierto en la solución. (En ocasiones, un opositor ilumina al tribunal sobre un nuevo enfoque de la cuestión, que hasta entonces no se había planteado).

8. Trate con más profundidad los temas más importantes y difíciles. No pierda el tiempo en algo cuya resolución resulte clara y breve y, luego le falte para tratar adecuadamente otra cuestión más importante y más difícil, que debe tratar con más amplitud y profundidad. No olvide que son precisamente éstas las cuestiones que el tribunal tiene más en cuenta al evaluar al opositor. Por ello, es importante que, desde el principio, controle el tiempo, no excediendo el que señala la convocatoria.

9. Practique en la elaboración de algún dictamen o informe, si el ejercicio pudiera consistir en ello. Ejercítese en este sistema de vez en cuando, siguiendo las líneas marcadas por su preparador.

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