Cómo preparar una oposición

Introducción

Consejos sobre como preparar cada uno de los tipos de examenes de los que puede constar una oposición
Las valiosas consideraciones que el opositor va a encontrar en estas notas son el fruto de la vivencia de los preparadores de oposiciones que en su día fueron opositores y que posteriormente se esfuerzan en allanar el camino a los que preparan su acceso a los distintos Cuerpos de las Administraciones Públicas. Por tanto, se fundamentan en una doble experiencia: la propia y la de sus alumnos.

Cada opositor tiene la experiencia propia de su preparación. Pero, indudablemente, podemos considerar unas notas comunes a todos ellos. Estas son, precisamente, las que pretendemos facilitar al que va a iniciar la preparación de una oposición.

Al tratarse, en gran medida, de una serie de consejos prácticos, permítannos desde este espacio un consejo al que inicia su preparación: antes de comenzarla, debe informarse sobre quién es el que mejor y mayor ayuda puede facilitarle para superar la oposición, sin olvidar que el que aprueba es el que se examina. Para ello, debe analizar los medios que le van a procurar. Desconfíe del voluntarista, que se cree capaz de darle toda la preparación de los distintos ejercicios. Las pruebas suelen ser muy distintas, y es muy difícil encontrar una persona con la capacidad suficiente para preparar todos los ejercicios. De otra parte, la preparación de una oposición puede llevar varios años, sobre todo las de nivel superior (licenciado), y a veces, es muy difícil que una sola persona esté durante todo ese tiempo al lado del opositor. Por ello, el que va a iniciar su preparación debe procurarse una organización con experiencia y medios para llevarle a la superación de todos los ejercicios, incluso cuando el modelo de las pruebas sufra variaciones, como frecuentemente ocurre. Una vez que haya elegido la organización, en la que confiar su preparación, debe confiar en ella y seguir plenamente la planificación de su esfuerzo.

Las consideraciones que le presentamos, pueden considerarse una obra colectiva, fruto del análisis y de la experiencia de los preparadores del Centro de Estudios Financieros, que, con más de veinticinco años de experiencia, han  ayudado ya a varios cientos de promociones de opositores.

Estas notas pretenden ayudarle a aprobar la oposición que ahora comienza a preparar o que está preparando ya.

Somos conscientes de que casi todo lo que aquí se contiene, ya lo sabe y lo ha oído antes. No nos importa, nuestra pretensión no es descubrirle algo desconocido, sino recordarle técnicas que quizá ya sabe. Más aún: nuestro objetivo no es sólo recordarle que algunas formas de preparar una oposición son más eficaces que otras. Lo que al final pretendemos, es que las utilice, que las ponga en práctica porque le van a ayudar a rendir más con menos esfuerzo. De esta forma, habremos alcanzado un objetivo común: que apruebe.

La idea motriz de «Preparar una oposición» es que el opositor debe saber aprovechar al máximo sus propias posibilidades y características, organizando su trabajo, modificando y mejorando sus técnicas y hábitos de estudio y, también, aprovechando todo el apoyo que le ofrecen sus preparadores.

Ello inducirá (así lo esperamos) a algunos a modificar ciertas conductas y hábitos, y a sustituirlos por otros más eficaces. Merece la pena.

Por ello, le proponemos un recorrido en tres fases:

1.ª Auto-observación. Lo primero es que conozca su propia conducta en cuanto estudiante, para diagnosticar sus puntos débiles, sus deficiencias, sus conductas ineficaces, y también ¡cómo no! sus puntos fuertes. Está demostrado que la mera auto-observación produce un aumento de las conductas deseables.

2.ª Auto-evaluación. Toda evaluación supone tener unos criterios de actuación claros con los que comparar las realizaciones. Pues bien: esos criterios son las distintas técnicas de estudio.

Por lo tanto, le recomendamos que, conforme lo vaya leyendo, compare su conducta con las sugerencias que le ofrecemos. Así irá evaluando su conducta de estudiante. De ahí surgirá la necesidad de modificar ciertos aspectos para ir acercándolos al punto óptimo propuesto.

Para mayor eficacia, le sugerimos que vaya escribiendo en un folio los aspectos o conductas a erradicar y a mejorar, así como las que les van a sustituir. Así, se comprometerá más y, sobre todo, explicitará mejor sus objetivos de mejora.

3.ª Auto-refuerzo. Los refuerzos permiten estabilizar una conducta. Por lo tanto, cuando obtenga buenos resultados, debe reforzarlos con descansos, pequeñas diversiones o satisfacciones, etc. Concretamente, los auto-refuerzos verbales han demostrado su utilidad. Consisten en utilizar enunciados verbales interiores. El opositor contrasta su actuación con los criterios prefijados y, si el resultado es positivo, se autofelicita.

Por ir dirigido a un buen número de personas, cada una con su propia personalidad y sus características específicas, cuando en esta página web se diga tiene un «carácter general», cada opositor debe personalizarlo, individualizarlo, adaptarlo a su propia situación y peculiaridad, tamizándolo y cribándolo de forma que pueda obtener el mayor provecho.

Seguidamente, le ofrecemos una serie de consideraciones respecto a los distintos tipos de exámenes a los que se puede enfrentar un opositor y buen número de consejos y sugerencias respecto a los mismos, que no son caprichosos, si no basados en la psicología del aprendizaje, y sobre todo, en la experiencia diaria del profesorado dedicado a formar opositores.

En una palabra: esperamos que obtenga provecho de esta recopilación de vivencias de otros, que en su día prepararon una oposición.

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